Explicamos que la conexión entre psicología y neurociencia es muy notable en NeuroQuotient®, aunque quede poco explícito en la web. La relación existe desde el diseño del modelo. NeuroQuotient nació con la respuesta a la pregunta: ¿Cuáles son los sistemas cerebrales involucrados en los trastornos psicológicos más frecuentes? Veremos un ejemplo gráfico acerca de la depresión.
Personas profesionales de la psicología nos comentan que aprecian un gran potencial de aplicación de NeuroQuotient en psicología. Sin embargo, no lo ven reflejado en la web.
Nos hacen notar que nos centramos mucho en coaching y liderazgo, olvidando la conexión entre psicología y neurociencia que ellas ven que aporta NeuroQuotient.
No podemos hacer más que darles la razón. En los dos comentarios. Realmente, hay psicólogos certificados en la neuro herramienta que la están empleando con notable éxito con sus clientes. Y porque la conexión entre psicología y neurociencia que aporta NeuroQuotient es muy potente (y sencilla) y no está explícito en la web.
Olvidamos reflejar la aplicación de la neurociencia en psicología a través de nuestra herramienta, porque para nosotros es muy obvia. Lo es por el origen de nuestro modelo (cómo veremos) y por los resultados que estamos obteniendo.
También, no hemos querido centrar el foco en la relación entre psicología y neurociencia por un par de razones más.
Demasiadas veces, ir al psicólogo suena a trastorno, por esto preferimos hablar de desarrollo del liderazgo personal .
La primera razón es simplemente marketing respecto al coaching. Para muchos pacientes y clientes, de entornos profesionales, resulta mucho más asumible decir que trabajan con un coach que con un psicólogo ¿Verdad?
La otra razón, es referente al propio lenguaje que empleamos en NeuroQuotient. Es observable que cuando hablamos de coaching y liderazgo, nunca nos referimos a desarrollo del liderazgo, a secas. Siempre hablamos de liderazgo personal, de liderazgo de uno mismo. Self-leadership, en inglés. Uno no puede pretender liderar a los demás si no se lidera a sí mismo.
Para dejar clara la conexión entre psicología y neurociencia que aporta NeuroQuotient, vamos a iniciar una serie sobre neurociencia y psicología. Pondremos un ejemplo visual sobre un trastorno que tratamos en otro post: la depresión . Además, en la depresión se pone de manifiesto uno de los bajos niveles de liderazgo de uno mismo.
Antes, pero, es importante que comentemos en que se fundamenta la conexión entre psicología y neurociencia a través de NeuroQuotient. Explicaremos, Ni más ni menos que la estrategia que seguimos para el diseño del modelo.
La clave para estructurar el modelo NeuroQuotient fue identificar sistemas cerebrales y neuro conductas asociadas con trastornos psicológicos. Por esto conecta psicología y neurociencia.
Para diseñar NeuroQuotient, partimos de una pregunta: ¿Cuáles son los sistemas cerebrales que están involucrados en los trastornos psicológicos más comunes? Trastornos tales cómo ansiedad, depresión, déficit de atención, etc. A partir de ahí, creemos que no es necesario decir mucho más:
La conexión entre psicología y neurociencia está en el origen de nuestro modelo y herramienta. Se trata de uno de los pocos modelos psicobiológicos que explican la conducta a partir de la biología y el cerebro.
La conexión entre psicología y neurociencia que aportamos no sólo es una palanca para aprovechar la neurociencia en psicología. También puede serlo para sacar partido de ella en psiquiatría. Los psiquiatras, médicos, tienen en sus manos una potente arma: los fármacos. NeuroQuotient puede ser una oportunidad para algunos psiquiatras, de revisar como emplear el recurso farmacéutico de un modo más efectivo.
Un ejemplo. La visualización gráfica de la sanación de la depresión
El motivo de este post sobre psicología y neurociencia no es explicar la estructura de la neuro-herramienta. Esto lo puedes ver en uno de nuestros talleres online gratuitos. Tampoco vamos a entrar a fondo en los que entendemos que son los fundamentos neurológicos de la depresión.
Respecto al segundo punto (fundamentos neuro), sí que podemos comentar que en la certificación como Practitioners, coachs, psicólogos, etc. entienden, por ejemplo, que incrementar la serotonina (enllaç a serotonina y depresión) no siempre es el mejor camino para tratar la depresión. Este neurotransmisor, tan de moda, creemos que no es la panacea. Está relacionado con la inhibición y es difícil encontrar mayor inhibición que en la depresión. Además, los perfiles genéticos con mayor tendencia hacia este trastorno tienen más serotonina disponible en sus sinapsis.
En cuanto a la estructura de NeuroQuotient, solo un par de apuntes para poder entender el gráfico que viene a continuación. Se trata de una herramienta muy visual que mide neuro conductas. Neuro conductas son procesos cerebrales en el hacer, pensar y sentir con un sustrato neuronal. Llamamos eficacias a aquellas neuro conductas que nos aportan buenos resultados emocionales y las pintamos en color. A las que no nos ayudan a nuestra satisfacción les llamamos limitaciones y las dibujamos en gris.
Dicho esto, los gráficos siguientes, Fig 1, corresponden a un caso real de una persona con depresión (izquierda) y la misma persona (sin depresión) a la derecha. El tiempo trascurrido entre el primer gráfico y el segundo fue de aproximadamente 6 meses.
A primera vista se aprecia que hay mucho más color y menos grises en el gráfico de la derecha (sin depresión). Está indicando un mayor nivel de satisfacción de la persona. Más altas las eficacias, más pequeñas las limitaciones. Y no se trata de un caso de trastorno bipolar, la depresión sabemos que se mantiene consistentemente superada unos años después.
Concretamente, el progreso más grande se observa en la disminución de la limitación I2, la relacionada directamente con la depresión.
! ¡Atención! Ni personalidad ni diagnóstico. Solo para orientar y visualizar el progreso.
Creemos que la conexión entre psicología y neurociencia con NeuroQuotient queda más patente después de este ejemplo. Pero permitidnos tres apuntes finales importantes:
Uno. El ejemplo hace evidente que no estamos ante una herramienta de personalidad. La persona es la misma en gráfico de la izquierda y en el de la derecha. En seis meses no ha cambiado la personalidad de una persona adulta.
Dos. No pretendemos que sirva para el diagnóstico, ni mucho menos. Pero si es muy útil para valorar el ‘momento’ de la persona que nos pide soporte y orientarla mejor en función de sus necesidades.
Tres. El que el cliente, paciente, coachee, etc. pueda visualizar su progreso al final de un proceso tiene un gran efecto potenciador.